ADI.
Cajón de turco.
Pasen y vean.
Liquidación de mercadería añeja y algo mohosa,
que usted puede ponerse sin pedirle permiso a nadie
(si es que se atreve).
Dice la española Rosa Montero que envejecemos cuando la memoria empieza a dolernos. Puede ser. Algo de dolor sordo golpea estas páginas de porquerías de diverso porte, tipo y color. El ofrecimiento de una página web y el propósito de no perder la batalla ante las polillas, son la razón final de este cajón variopinto. ¿Tiene algún valor? Bueno, sí para mí y tal vez para aquellos que han caminado los mismos caminos conmigo y que están en cada gesto y cada letra. Tiene en muchos casos el valor del afecto que cuando sustituye a la inteligencia genera el desprecio de los ortodoxos racionales. Muchos de los queridos caminantes, puro corazón, caminan otros territorios, muertos de risa ante tanta guarangada.
3. TEXTOS CORTISIMOS. Pataditas de chancho
Cortos y al pie.
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